Caminamos entre montones de fantasmas, con la esperanza de que aquél pokémon que recientemente vi fuera Shayn. Lo cierto es que tenía un aspecto deplorable, su cuerpo parecía haber sufrido muchos daños provocados por envenenamiento y aquello me preocupada.
Esquivando a gran velocidad y con Bellae y Arckhen detrás mía finalmente acabamos en una tiendecilla con un anciano pokémon vendiendo extraños collares y pulseras tétricas. Supongo que aquello era normal allí.
Escuche un grito muy agudo justo a mi lado, y es el pokémon que justo andaba buscando.
¡N-no puede ser!
Shayn gritó esto es voz muy alta, yo la miro confusa. Comienza a correr de forma desesperada, y yo la sigo entre la multitud. ¿Qué estaba pasando?
Es posible que le hayan lavado la memoria, o que al verte, esté cumpliendo su misión, pero evitará meterte en problemas.
Suspiro con fuerza ante las palabras de Bellae, aún corriendo detrás que la pequeña figura verde que desaparece y reaparece entre la multitud. Arckhen da unos saltos enormes en el aire y se posa frente a Shayn con una sonrisa que no pudo evitar hacerme reír un poco.
¿A dónde crees que vas, bonita?
Entre una carcajada, Arckhen comienza a usar psíquico y el cuerpo de Shayn se eleva en el cielo al placer del chico. Bellae y yo llegamos a la posición, mientras todo el mundo comienza a mirarnos de forma extraña, Bellae da un paso hacia toda la gente que nos rodea.
Soy Bellae Ghest, ahora esfumaros de mi vista.
La multitud comenzó a gritar de forma agónica, como si su nombre provocara algún pánico o terror entre aquella ciudad. Las ventanas se cerraban de todas las especies de edificios, las tiendas también cerraban y cubrían las persianas y telas que ocultaban la mercancía. Todo resultaba demasiado extraño.
Bellae, ¿qué ocurre?
La gothorita agacha la cabeza y con una linda sonrisa me responde.
Mi nombre es conocido en todo el reino, el apellido de la muerte. Todos me tienen miedo por ello, gracias a la fama de mi familia.
Además, el tercer templo y el más importante, es propiedad de los Ghest. Es por ello que Bellae ha sido encargada de buscarte.
Entiendo...
Shayn se retuerce en el cielo mientras un manto de color rosado y púrpura la envuelve. Miro hacia ella, y observo las nuevas marcas que cubren su cuerpo, alterada, me acerco más hacia ella. Grito su nombre un par de veces, pero parece no reaccionar a mis llamadas. La cruz de mi frente comienza a iluminarse mientras ella mira perpleja hacia mi.
N-no puede ser... ¿Tú la elegida?
Se toca las sienes con las manos, con desesperación.
Shayn...Tranquila, todo irá bien.
Arckhen la baja lentamente del cielo hasta que consigue tocar el suelo, pero sin dejar de utilizar psíquico por si las moscas.
¿Por qué te tuvieron que elegir a ti...? No puede ser.
Dime pequeña shaymin, ¿qué te ha ocurrido?
Shayn traga saliva, como si le costara explicar lo que le sucedió.
Me desperté en una extraña habitación oscura, cubierta casi toda de piedra. Observé que había unas celdas que salían hacia un pasillo, pero después me cogieron unos extraños pokémon fantasma, me hicieron estas manchas en el cuerpo, y recuerdo que me dijeron que atrajera a la elegida luchadora. Es decir, a ti Sakura, pero nunca pensé que fueras tú.
Archen se frota la barbilla, pensativo sobre las palabras de Shayn, asimilando la situación.
Esos pokémon fantasma... Puede significar que ya tengan la capacidad de controlar a los sin alma. ¿Qué opinas Bellae?
La joven mira hacia el cielo con una mirada perdida y pensativa.
Reconstruiré los hechos por vosotros, el rompecabezas está completo.
Bellae se sienta en el aire, de alguna manera, a unos centímetros del suelo y deja caer sus brazos cerrando los ojos.
Es obvio que ellos tengan el poder de controlar los fantasmas sin alma, de ese modo no podrían tener tanta escolta siempre, no mucho han conseguido recuperar su causa de muerte y ascender al conocimiento propio, pero se ve que ellos han conseguido que no bajen al otro mundo en busca de la causa, si no que ellos permanezcan aquí a sus ordenes.
Parecía como si supiera todo sobre aquello, esa fluidez mental y expresiva no la había visto nunca. Bellae era una persona muy inteligente.
Y ellos intentan usar a Shayn para asesinarte, Sakura, saben que peligran su existencia al ser los noctis caelum. Y les preocupa que yo esté aquí para ayudarte, como habréis visto poseo una gran rapidez mental para sacar conclusiones, y temen que gracias a eso pierdan la batalla de nuevo.
Todos quedamos boquiabiertos ante la explicación de Bellae, la cuál era tan creíble y como si todos los hechos encajaran sin más. Bellae se levanta y vuelve a adoptar su posición natural. Arckhen ladea la cabeza con una expresión confusa.
¿Qué debemos hacer entonces?
En primer lugar, llegar al tercer templo, el Obscura Tenebris.
Asentimos con la cabeza todos al unísono, aunque la expresión de Shayn se ve algo preocupada y confusa. Caminamos a un ritmo rápido entre las ahora vacías calles. Unas sombras salidas de la nada comienzan a rodearnos en un círculo. Intentamos salir, peor no había manera, teníamos que luchar.
Parece que ya están aquí... ¿Preparados para luchar?
Las sombras se acercan cada vez más pero yo embisto contra una de ellas haciendo que caiga al suelo aturdida.
Maldición, son demasiados.
Gengar comienza a atacar con múltiples bolas sombra y Shayn usa sus poderes para curarnos poco a poco. Bella comienza a elevarse en el cielo y extiende sus manos haciendo que éstas brillen a la par con el colgante que llevo puesto desde que fuimos a los aposentos de Jinud.
¿Q-qué está pasando?
Un viento aciago empieza cubrir todo el lugar haciendo que las sombras entraran en cólera y se movieran de un lado a otro sin control. El viento cesa y todos caen al suelo.
Ese era uno de los poderes de tu colgante, tienes que aprender a usarlo con destreza.
Humm.. Así que ese es el talismán de Oghden que me contaron.
Los tres asentimos a la conclusión de Shayn y seguimos caminando hasta que en el horizonte se divisa una gran mansión gigantesca con aspectos mucho más góticos y tétricos que las demás casas.
¿Es ese el tercer templo?
Exacto, el Oscura Tenebris, la mansión de la familia Ghest, es decir, mi hogar.
¿No estás ansiosa por volver a ver a Cordelia, Bellae?
Arckhen esboza de nuevo una sonrisa pícara y echa unas risas por lo bajo. Bellae se abstiene a cerrar los ojos mientras seguimos caminando hacia el oscuro templo.
Y hacia Cordelia.
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